14 de marzo de 2008

Yosapas

unpocodetododelosalegresycoloridosalossilenciososygrises




Silenciada

El silencio me sirve muchas veces de resguardo. De burbuja. De protección.
De la rama más alta del árbol, ésa que está lo suficientemente alejada del suelo.
Hay veces en que tengo que protegerme de mí misma.
Y otras, a los demás de mí.
Las palabras suelen ser caricias, espadas, remansos, trombas marinas...
Son maleables, las palabras.
El viento puede dar cuenta de eso.
Ya lo he dicho. Te protejo de mí.
(Aunque no sea más que una ilusión, porque la seguridad no existe,
no de una manera tangible como una mesa o un gato)